PROCLAMA DEL NO/FRANCISCO FERNÁNDEZ



No a la ropa ajustada, luce bien sólo en personas muy delgadas y con ciertas proporciones.
Los zapatos negros entiendo que son un clásico y resuelven en distintas situaciones, pero yo los digiero con más facilidad cuando se trata de ropa más formal.
No a la barba dibujada, no la comprendo. Está bien limpiar un poco la barba pero dibujarla con líneas y formas que no son las que se forman naturalmente, me parece un grave error. De hecho, cuando voy a fotografíar caballeros les pido que dejen crecer la barba naturalmente y que sólo la limpien un poco.
En las chicas, hay algunos casos en los que puedo comprender las prótesis mamarias porque tienen senos muy pequeños y se puedan sentir un poco masculinas. Ahora, el que se plantee que los senos operados son estéticamente ideales y por eso hay que rellenarlos con pótesis me parece dantesco.
No a las cejas sacadas en los caballeros, me parece un acto criminal.
Los glúteos inyectados, o peor aún con prótesis, son algo que simplemente no puedo comprender. Me parece una deformación de la anatomía tan brutal que a veces me genera impotencia, porque me da dolor ver como muchas personas (hombres y mujeres) arruinan sus cuerpos de esa forma.
Los cuadros me gustan y en muchas ocasiones me parecen fotogénicos. Creo que le van bien a muchas personas, pero conmigo no funcionan. Los uso poco porque me siento como disfrazado.
Los tatuajes son como atemporales. Siempre existirán y son como más representativos de algunas tendencias, pero no creo que puedan abanderar la moda en general. La idea de condenar la piel a un cambio permanente me parece una elección algo arriesgada y no necesariamente estética. La piel es bella naturalmente y distorcionarla de cualquier forma me parece atentar en contra de su atractivo.
Los piercings. Me parecen cool, siempre y cuando no distorsionen o modifiquen los rasgos natulares, por ejemplo los que se colocan en los labios.
Las cirugías o procedimientos estéticos para contrarrestar el envejecimiento también me parecen un poco absurdos. No sólo porque nos rehusamos a aceptar un proceso natural e inevitable, sino que preferir la deformación del rostro con tal de tener la piel más estirada, no me parece la decisión más inteligente. Hasta ahora el colágeno, el botox y las cirugías de rejuvenecimiento ofrecen a los pacientes una apariencia alienígena que a mí me asusta un poco.

-FRANCISCO FERNÁNDEZ, FOTÓGRAFO DE MODA-

Por @mistercoppola

Fotografía: FRANCISCO FERNÁNDEZ

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