EL RETO DE VANESSA FARINA
Una marca con mayoría de edad como lo es Durant & Diego, que ya registra 18 años de costuras en el país, ha tenido que proponerse permanecer. Desde sus inicios Alberto Diego (ahora De Castro) y Mauro Barazarte Durant cosieron los patrones de una firma con identidad de sinuosas volumetrías y romántica geometría. Así sellaron un código con hilo y aguja propia. Con la partida de Durant, Alberto debió asumir la marca en solitario, en una nueva etapa en la que trazó los bocetos de líneas cada vez más conceptuales. Y a su mando, y sin su aliado creativo, Durant & Diego no trastabilleó. Con su buena tijera la marca se volvió una de las más sólidas de las vitrinas locales. Pero cuando Alberto se vio obligado a abandonar su propio proyecto, el futuro de D&D sin sus fundadores creativos era incierto. Allí, María Fernanda Pulgar, asistente de Alberto, asumió el reto e imprimió su estilo sin abandonar el ADN de la marca. Y Durant & Diego se salvó otra vez de la incertidumbre. Después de cuatro años, Pulgar se exigía un nuevo camino creativo y la marca quedó otra vez sola. Pasaron varios intentos por la perdurabilidad de esta firma, y el turno es de Vanessa Farina, de 28 años, egresada de Brivil y con un master en Fashion Design en Barcelona, España. Acaba de presentar su colección de estreno, llamada Pigmentos, en las que luego de un estudio de las costuras de De Castro y Pulgar, como ella misma confiesa, se propuso ser fiel al estilo de la firma y así, con la inusual mezcla de colores y piezas pensadas desde planteamientos geométricos, a Vanessa le toca marcar con alfileres el futuro de Durant & Diego. Tiene un desafío gigante. Algunas piezas de su primera colección ya asoman un buen camino.
Fotografía: DIANA BALDERA
Modelo: MARÍA CARLOTA FARÍA
Maquillaje: TFR
Dirección y puesta en escena: MARCOS DURÁN
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