PROCLAMA DEL NO/ GUILLERMO MONTIEL
GUILLERMO MONTIEL, MAQUILLADOR
Fotografía: MARTÍN OJEDA
No a la uniformidad social de Levi's, Abercrombie & Fitch, Aereopostale y si eres muy atrevido Converse.
Basta del fanatismo de tendencia: soy hippie, soy fashion, soy emo-core. ¡Supérate!
No al spandex con celulitis.
No a la piratería barata: "Addidas", "Luis Button", "Channell".
No a la descomposición intelectual como radio sin contenido, canales regionales, lectura basura, música fatal.
Individualismo in; ridiculismo out.
No a las "tendencias actuales" de hace tres años.
No a los accesorios incoherentes sin importar su funcionalidad como los pendrives-pulseras-reloj.
Ladies: la gorra no es un tocado.
No al uso indiscriminado del Swarovski crystals en protesis dentales u ungueales.
Por @mistercoppola
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NO a la intolerancia!
ResponderEliminarApoyo tooooodo lo que dice aquí, en cierto modo...Es que considero que catalogar a la televisión regional como 'descomposición intelectual´me parece una generalización bastante arriesgada. Si hay síntomas de tal descomposición no se debe al carácter regional de la televisora, sino de quienes generan los contenidos. Allí es donde está el problema. El espacio es genial, debería ser aprovechado.
ResponderEliminarPor qué es vez de una proclamas de NO se hace una proclama de afirmaciones o propuestas? Considero que sería una muestra más abierta,más tolerante. Hay poder en la palabra, y si discriminamos caemos en el mismo juego negativo de la crítica destructiva, vacía y sin fuerzas. Un golpe verbal que sólo destruye, no propone una nueva perspectiva.
A mi me gusta mucho la proclama del NO de Mister Coppola, pero a la fecha la mayoria de los entrevistados en esta seccion han caido como dice Aire "en el juego negativo de la critica destructiva".
ResponderEliminarDile NO a lo que no construye!
A mí me parece muy entretenida la proclama del no y por lo mismo participe en ella.
ResponderEliminarMe alegra saber que mi proclama, arrojo estos comentarios tentativos de explicar aquella tan suyas y tan importante realidad.
Disculpen la destrucción, pero conseguí lo que deseaba, la libre expresión.