UN VESTIDO QUE SE VUELVE MIL VESTIDOS
La diseñadora Deborah Castillo se aburre muy rápido y ella lo sabe. Siempre se exige nuevos estímulos. Así es con su obra porque ante todo es artista plástico. Así es con su clóset. Cuando se fastidia de sí misma sabe que tiene que mutar en otra versión, en otra propia reintepretación, como en un desdoblaje de todos los personajes que se construye. El vestido infinito que diseñó, está basteado a la medida de sus prentensiones. En una apuesta lúdica y experimental y con un patrón versátil, que elaboró desde la maleabilidad del jersey, la diseñadora creó este vestido que se transforma en muchos. Las posibilidades se multiplican según el ingenio de quien lo vista. Una pieza que se diseña sobre el cuerpo de mil maneras distintas cada vez. Un vestido para mujeres que, como Castillo, siempre quieren ser, aún siendo ellas mismas, otra mujer.
Por @mistercoppola
Fotografía: LUIS COBELO
Modelo: STEPHANIE MARTÍNEZ
Vestuario: DEBORAH CASTILLO
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