Esa faena de la aguja y el hilo que vuelve caminos de canutillos y mostacillas en un bordado es una obra del buen pulso. Día a día en los espacios del taller de la firma Serendipity de la diseñadora de moda Fabiola Sifontes, las bordadoras hilan el brillo de pequeñas cuentas en un oficio de precisión y exactitud en cada basta. Se esmeran en la tensión en el hilo, en el cálculo de cada ristra, en las puntadas justas. Y allí siempre está Fabiola en la guía de los diseños del color y del hilván en las formas para que sus aliadas en el bordado hagan realidad los pettos que ella imagina. Son esas manos las que en una virtuosa labor de paciencia, concentración, calma y esmero arman las tramas con un prolijo acabado que hacen que cada petto sea un diseño único, lleno de destellos y glamour, como parte de la exclusiva serie de piezas de la propuesta de la firma Serendipity. Y todo desde las buenas manos de mujeres venezolanas.
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