Es su breve reservorio de cortes y formas. Un inventario de memorias de todas sus costuras. Dentro de un clóset en su nuevo taller, el diseñador de moda venezolano Roberi Parra, cuelga de percheros apilados los patrones en papel blanco, marrón o verde agua de todos sus diseños. "Es mi bitácora como diseñador", asoma Parra con su hablar pausado. Es la historia primaria de las ideas. De allí se bastean a hilo y aguja, los conceptos que una vez fueron trazo y lápiz y que se convierten en puntadas y tela. Cada patrón está sellado con el nombre del diseñador, con la inscripción Handmade y la fecha en que fueron elaborados. Así, almacena un registro físico como un diario que anota pases de costura y clavaduras de alfiler. Es su acopio de despieces. Su archivo resguardado en un rack tras la puerta de un armario. Sus apuntes de papel, de líneas y buena tijera.
Por @mistercoppola
www.roberiparra.com
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